La Tartamudez

Es habitual que los niños pequeños, entre 2 y 5 años, no tengan una fluidez total en el habla hasta que aprenden a organizar las palabras y las frases. Sin embargo, hay que ser conscientes de que las disfluencias del niño pueden ser atípicas, por lo que es imprescindible diferenciarlas de las más corrientes para tratarlas lo antes posible.

La tartamudezdisfemia,espasmofemia o disfluencia en el habla es un trastorno de la comunicación (no un trastorno del lenguaje) que se caracteriza por interrupciones involuntarias del habla acompañadas de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés. Ellas son la expresión visible de la interacción de determinados factores orgánicos, psicológicos y sociales que determinan y orientan en el individuo la conformación de un ser, un hacer y un sentir con características propias. Los efectos psicológicos de la tartamudez pueden ser severos afectando el estado de ánimo de la persona de forma continua…llegando a ser causa en muchos casos, de un importante aislamiento social.

Además, la tartamudez es una discapacidad muy estigmatizada, donde continuamente se cuestiona la inteligencia y habilidad emocional de la persona que tartamudea, pues se cree que con «calmarse» o «concentrarse más en lo que se dice» se logrará hablar de forma fluida. Comienza, de modo característico, entre el segundo y cuarto año de vida, aunque se suele confundir con las dificultades propias de la edad a la hora de hablar. Al final, solo uno de cada 20 niños acaba tartamudeando y muchos de ellos superan el trastorno en la adolescencia. Menos del 1% de los adultos tartamudea.

La tartamudez no distingue clase social ni raza, sin embargo, es de tres a cuatro veces más común en hombres que en mujeres. Aún no se ha encontrado una causa específica para este desorden, sin embargo, en febrero de 2010 científicos anunciaron el descubrimiento de tres genes asociados con la prevalencia de la tartamudez. Esto se ha estudiado desde hace varios años, cuando se comenzó a notar que la tartamudez prevalece en las familias.3 A pesar de creencias populares, la tartamudez no está asociada con la ansiedad ni es un efecto de ella para su desarrollo; sin embargo, la tartamudez sí genera ansiedad en los individuos que la poseen, llegando a convertirse en fobia social, en donde se teme tartamudear frente a las personas, provocando en muchos casos el aislamiento social de quien tartamudea.

Definición según …

Pedro Rodríguez

Interrupciones en la fluidez del habla de las personas, que se acompañan de tensión muscular, miedo y stress, las cuales son la expresión visible de la interacción de determinados factores biológicos, psicológicos y sociales. Estas características biológicas que se evidencian en una forma particular de expresión verbal son condicionadas e incrementadas por el entorno, a través de las evaluaciones negativas que se hacen de la horma en que se expresa verbalmente tanto por parte del interlocutor cómo del propio hablante.

Laura Concepción

Según la RAE, soy tartamuda porque «hablo con pronunciación entrecortada y repitiendo las sílabas».

Pero soy tartamuda por mucho más que eso:

  • Soy tartamuda porque estuve metida en un armario del que sólo pude salir cuando me di cuenta de que no podía controlar lo incontrolable.
  • Soy tartamuda porque siento una bofetada en mi autoestima cada vez que mi habla no fluye con la misma rapidez que mis ideas y mi capacidad de organizarlas mentalmente en palabras y frases.
  • Soy tartamuda porque he pensado demasiadas veces en lo que pudo ser y no fue.
  • Soy tartamuda porque he sentido que muchos de mis esfuerzos en cualquier aspecto de la vida caían en saco roto por mi tartamudez.
  • Soy tartamuda porque he sentido que muchas cosas de las que tú disfrutabas, eran inaccesibles para mí.
  • Soy tartamuda porque no he pasado por las etapas vitales que tú has pasado para construirte una identidad de persona adulta.
  • Soy tartamuda porque ante situaciones tan cotidianas para ti como presentarse a una persona, hablar por teléfono,… el miedo a tartamudear ha decidido por mí.
  • Soy tartamuda porque he aprendido a observarlo y cuestionarlo todo desde fuera, lo cual no es una ventaja, aunque pueda parecerlo.
  • Soy tartamuda porque muchas veces siento que toda mi fuerza y mi valentía se consumen en mi tartamudez, no me queda para nada más.
  • Soy tartamuda porque mi tartamudez es un filtro por el que pasan la mayor parte de mis pensamientos y sentimientos.
  • Soy tartamuda porque cuando tú me ves soy una persona más, y cuando empiezo a hablar dejo se serlo, para convertirme no sé muy bien en qué o en quién.
  • Soy tartamuda porque no sé qué debo opinar de ti cuando al oírme tartamudear te ríes, o te burlas, o me tratas con condescendencia… ¿eres una persona que no merece la pena, o simplemente has cometido un error?.
  • Soy tartamuda porque debo esforzarme en entender tus reacciones, ponerme en tu lugar, pero eso no elimina un ápice de mi dolor.
  • Soy tartamuda porque tú has pensado que podía dejar de serlo, o que podía llegar a serlo en menor medida, y seguramente no has pensado eso mismo de un cojo, de un sordomudo, de un ciego,…
  • Soy tartamuda porque tú has pensado que detrás de mi tartamudez había otras limitaciones, como retraso mental (con todos mis respetos a quienes tienen retraso mental, por supuesto)
  • Soy tartamuda porque, para compensar mi tartamudez, tú me pides que sea perfecta en otros aspectos, y tengo el mismo derecho que tú a ser imperfecta.
  • Soy tartamuda porque muchas veces tú acabas por mí lo que crees que voy a decir, y encima, normalmente no aciertas.
  • Soy tartamuda porque muchas veces, en vez de escucharme, te limitas a esperar a que acabe de hablar.
  • Soy tartamuda porque cuando hablo dices que me tranquilice, y es entonces cuando aparece toda la ansiedad que antes no sentía.
  • Soy tartamuda porque tú piensas que no tengo ningún problema importante, y paradójicamente, en muchas ocasiones es tu actitud la que contribuye a que de verdad lo tenga.
  • Soy tartamuda porque tú aplaudes a un deportista paralímpico por su afán de superación… me atrevo a preguntarte: ¿serías capaz de escuchar una conferencia de un tartamudo severo?
  • Soy tartamuda porque he llegado a preferir tu compasión a tu exigencia.
  • Soy tartamuda porque muchas veces he visto tus gestos, pero no tus miradas.
  • Soy tartamuda porque me he «flagelado» y he visto también a otros tartamudos hacerlo, por un absurdo sentimiento de culpa.
  • Soy tartamuda porque he visto a otros tartamudos tratarse a ellos mismos como si fueran víctimas de una adicción, susceptible de curarse (con todos mis respetos a quienes sufren adicciones)
  • Soy tartamuda porque he visto a personas realmente desesperadas por encontrar una solución a su problema de tartamudez, fuera cual fuera.
  • Soy tartamuda porque poseo el certificado de minusvalía, reconocido objetivamente por el organismo correspondiente, y personas con otras minusvalías han cuestionado que lo tuviera.
  • Soy tartamuda porque objetivamente tengo más dificultades para encontrar un puesto de trabajo que una persona con una minusvalía más limitante en otros aspectos de la vida…si piensas que no es así, te pregunto: ¿en cuántos puestos de trabajo no se exige una comunicación verbal, aunque sea mínima?
  • Soy tartamuda porque en momentos de mucho sufrimiento emocional y físico debido a bloqueos severos, he deseado poder comunicarme contigo de otra forma, y no he tenido esa posibilidad, en esta mal llamada «sociedad de la comunicación».
  • Soy tartamuda porque me siento excluida tanto de los estereotipos «normales» como de los «discapacitados». Nado entre dos mundos, sin vivir en ninguno.
  • Soy tartamuda porque asumo mi condición de tartamuda, que no mi tartamudez.
  • Soy tartamuda porque, si algún día dejo de tartamudear, seguiré siendo tartamuda, no lo dudes.

Wingate

Disrupciones de la fluidez de la expresión verbal que están caracterizadas por involuntarias, audibles o silentes, repeticiones o prolongaciones en la pronunciación de pequeños elementos de la palabra, especialmente sonidos, sílabas y palabras de una sílaba. Estas disrupciones usualmente ocurren con frecuencia o son notablemente distintivas y no fácilmente controlables. Algunas veces, las disrupciones se acompañan de actividades accesorias involuntarias del aparato del habla, relacionadas o no con estructuras corporales, o pronunciaciones del lenguaje estereotipadas. Estas actividades dan la apariencia de que el habla se relaciona con esfuerzo. También ellas son frecuentemente indicadoras o informadoras de la presencia de un estado emocional que se mueve a causa de una condición general de agitación o tensión, de una emoción más específica de naturaleza negativa semejante al miedo, turbación, irritación o algo parecido

Tomado de: Wingate, m.e. (1964). A standard definition of stuttering. Journal of speech and hearing disorders, 29, 484-489

Joseph Sheenan

La tartamudez es un desorden en la presentación social del Sí-mismo. Básicamente, la tartamudez no es un desorden del habla, pero el conflicto se resuelve alrededor del Sí-mismo y el rol, es un problema de identidad. Formalmente, en términos de la Teoría del Rol la tartamudez es mayormente vista como un claro ejemplo del conflicto del rol de Sí-mismo. Como un desorden, representa un rol específico

La persona que tartamudea puede ser definido como una persona que manifiesta en un grado tal que lo separa del resto de la población algunos o más de los siguientes grupos de síntomas:

  • Bloqueos, demoras, muecas, compulsiones, repeticiones, prolongaciones u otras rupturas en el ritmo fluido del habla.
  • Miedo o anticipación de los bloqueos, miedo a la incapacidad de hablar o síntomas relacionados, anteriores a las palabras o a situaciones de conversación.
  • El concepto del Sí-mismo, el cual incluye verse a sí mismo como tartamudo, con bloqueos al hablar o como una persona carente de fluidez en su habla normal.

Tomado de: Sheehan, JG. (1970). Stuttering: Research and Therapy. New York:: Harper & Row.